Consejos de Fé


Tú, has venido a la orilla. No has buscado ni a sabios ni a ricos. Tan sólo quieres que yo te siga.
Tú, necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando.

Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de almas que esperan, amigo bueno que así me llamas.

Tú, necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando.
Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de almas que esperan, amigo bueno que así me llamas.

Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de almas que esperan, amigo bueno que así me llamas.


Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca, junto a ti buscaré otro mar.

Tú, sabes bien lo que tengo, en mi barca no hay oro ni espadas, tan sólo redes y mi trabajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario