Llamados al seguimiento de Cristo
Te bendecimos, Padre, porque nos has llamado a la fe, al bautismo y al seguimiento de Cristo. El nos toma de la mano, pronuncia nuestro nombre y nos confía una misión: Seréis pescadores de hombres.
Bendito seas, señor, porque necesitas nuestras manos, nuestra voz, nuestra pobreza. ¡Gracias por la Confianza! Por tu palabra, echaremos la red hasta que rebose de peces.
Por la fuerza de la resurrección de Jesús libéranos del poder del miedo y de la nada de la muerte. Tú has pronunciado tu nombre sobre nuestra pequeñez, y nostros te pertenecemos para siempre. ¡Gracias, Señor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario